La limpieza robótica de suelos está ganando aceptación como solución de limpieza eficaz en una gran variedad de sectores clave. Con la actual pandemia de COVID-19, hay mayores expectativas de limpieza para organizaciones de todo tipo, desde tiendas de comestibles hasta aeropuertos, por lo que nunca ha habido mejor momento para considerar la implantación de esta avanzada tecnología. Aunque la robótica ya ha demostrado su valía en algunos de los mayores minoristas del mundo, sigue siendo una tecnología emergente, por lo que algunos ejecutivos de instalaciones y operaciones pueden tener ideas equivocadas sobre el valor y las ventajas que los robots móviles autónomos (AMR) pueden aportar a la limpieza. En esta entrada de blog, desmentiremos siete mitos sobre el cuidado robótico de suelos.
Mito nº 1: Los robots autónomos no pueden operar fuera de entornos estrictamente controlados.
Realidad: Cuando la gente piensa en robots, a menudo piensa en máquinas como robots soldadores de brazo oscilante detrás de grandes jaulas de seguridad utilizados en entornos de fabricación tradicionales, pero la realidad es que los AMR modernos, como las fregadoras de suelos, ahora pueden operar de forma segura en lugares comerciales públicos como tiendas minoristas y de comestibles, centros comerciales, aeropuertos, escuelas y más. Esto se debe a que los robots de hoy en día están equipados con inteligencia artificial avanzada (IA), cámaras 3D y una serie de sensores que les ayudan a navegar en entornos concurridos, evitando sin problemas a las personas y los obstáculos. Los robots fregadores de suelos se pueden encontrar en grandes cadenas como Walmart, Kroger y Sam's Club, así como en cadenas regionales como Schnucks y Giant Eagle. Hasta la fecha, los robots de limpieza impulsados por BrainOS® han acumulado un total de más de 3,1 millones de horas de funcionamiento autónomo en espacios públicos, recopilando datos operativos y conocimientos que los ingenieros utilizan para seguir mejorando su arquitectura orientada a la seguridad.
Mito nº 2: Los limpiadores autónomos no colaboran con los trabajadores humanos.
Realidad: Los humanos y los robots autónomos trabajan bien juntos, por eso algunos llaman a los AMR "cobots", abreviatura de robots colaborativos. Aunque funcionan de forma autónoma, las fregadoras robóticas requieren cierta interacción humana. Por ejemplo, en el caso de las unidades equipadas con BrainOS, los operarios enseñan a los robots sus rutas de limpieza durante el despliegue inicial, o cuando necesitan ajustar las rutas de limpieza para adaptarlas a la nueva distribución de las tiendas. Los robots también se comunican con sus operarios de forma periódica, por ejemplo, enviándoles una alerta de texto cuando terminan sus rutas o necesitan ayuda. Esto significa que, aunque sus funciones pueden cambiar en cierta medida -por lo general, al disponer de más horas para dedicarlas a otras tareas clave-, los trabajadores humanos siguen desempeñando un papel fundamental en la supervisión del robot.
Mito nº 3: Las fregadoras robóticas no limpian con la misma eficacia.
Realidad: En realidad, los robots de limpieza de suelos son capaces de limpiar más a fondo que las fregadoras con conductor y las mopas manuales por varias razones: 1) suelen ser más metódicos y constantes, moviéndose a la misma velocidad a lo largo de sus rutas preprogramadas, 2) siguen sus rutas exactas y 3) son menos propensos a cometer errores, lo que reduce los posibles daños a la propiedad o la mercancía. Si hay un obstáculo en la trayectoria de un robot, es posible que tenga que cambiar de ruta y, por tanto, pasar por alto un punto que debe limpiarse. Sin embargo, con los mapas de calor visuales basados en la nube (en el caso de las aplicaciones impulsadas por BrainOS) es fácil para los gestores y operarios revisar en cuanto se completan las rutas. Los clientes de soluciones robotizadas comentan con regularidad el mayor nivel de limpieza que proporcionan las soluciones autónomas en comparación con los métodos tradicionales.
Mito nº 4: El rendimiento de la limpieza robótica es difícil de verificar.
Realidad: La mayoría de las fregadoras de suelos robóticas recopilan datos mientras limpian y son capaces de proporcionar métricas KPI a los operarios y supervisores prácticamente en tiempo real a través de portales gráficos basados en web e informes diarios por correo electrónico. Estas métricas pueden incluir cobertura de limpieza, horas de funcionamiento, cuánto tiempo funciona un robot en modo autónomo frente al modo manual y cuántas rutas de limpieza se ejecutan en un periodo de tiempo determinado. Con esta información, los gestores de instalaciones y operaciones pueden obtener información valiosa que les ayude a mantener los resultados de limpieza en el buen camino y a garantizar que cumplen las normas corporativas. Compare este enfoque basado en métricas con los enfoques de limpieza tradicionales, en los que es imposible o difícil obtener métricas detalladas de las pruebas de trabajo.
Mito nº 5: El retorno de la inversión en robots de limpieza es sólo cuestión de dólares y céntimos.
Realidad: Al instalar fregadoras de suelos autónomas, las empresas obtienen mucho más que un importante ahorro de costes. También obtienen una mayor eficiencia en la limpieza y horas adicionales de productividad que pueden reasignarse a otras tareas críticas que los robots no pueden realizar, como la limpieza de superficies de alto contacto o la atención a los clientes. Los robots también aumentan el valor de la marca al ser un signo muy visible del compromiso de una organización con la limpieza y la innovación. Además, se reducen los daños a los equipos y la mercancía, gracias a los sensores que evitan que los robots choquen con los expositores. Por último, los robots proporcionan valiosos KPI de limpieza que pueden utilizarse tanto para optimizar como para verificar el rendimiento de la limpieza a diario. El retorno de la inversión de las fregadoras robóticas va mucho más allá de los términos financieros si se tienen en cuenta estas diferentes ventajas.
Mito nº 6: El cuidado robótico de los suelos requiere una configuración/implantación exhaustiva.
Realidad: La mayoría de las soluciones autónomas de limpieza de suelos pueden implantarse de forma rápida y eficaz porque no suelen requerir infraestructura personalizada (o adaptación), ni formación especializada. Lo único que requieren los robots de limpieza, al menos en el caso de los robots con BrainOS, es la instalación de al menos un pequeño "marcador de inicio" (un cartel) para designar el punto de partida y de llegada de las rutas de los robots. Los robots dotados de BrainOS pueden funcionar de forma autónoma sin necesidad de conexiones especiales, como WiFi o señal de móvil; sólo necesitan una señal LTE para cargar métricas operativas. Las fregadoras de suelos autónomas suelen desplegarse en unas pocas horas o días, en función del alcance y los requisitos, y apenas requieren asistencia informática.
Mito nº 7: Los robots de limpieza requieren conocimientos técnicos avanzados.
Realidad: Al igual que el proceso de implementación, el funcionamiento de las fregadoras de suelos autónomas también es sorprendentemente sencillo, sobre todo en el caso de los robots que funcionan con BrainOS, que aprovecha interfaces de usuario gráficas y sencillas diseñadas para un amplio abanico de personas sin conocimientos técnicos. Esto significa que el personal de instalaciones y operaciones puede aprender fácilmente a manejar y gestionar un robot limpiador desde el primer momento. Los robots equipados con tecnología BrainOS también aprovechan una metodología propia de "enseñar y repetir" en la que el operario entrena a los robots en sus rutas de limpieza. Estas rutas se guardan en el robot y pueden activarse con sólo pulsar un botón. La idea de manejar robots puede parecer desalentadora, pero estas capacidades están pensadas para que cualquier trabajador pueda utilizarlas fácilmente.