Artículo del blog de Forbes: Robótica pragmática: ¿Cómo influirán realmente los robots en el lugar de trabajo?
Los robots llegan a nuestro mundo por una carretera pavimentada de pragmatismo.
Como trabajo en el campo de la robótica, mis amigos me preguntan a menudo sobre un apocalipsis inminente en el que seres mecánicos -entre la alegría de R2D2 y el horror de HAL 9000- cambiarán nuestras vidas.
En cambio, cuando les hablo de pulidoras de suelos autónomas (que mi empresa ayuda a crear), recogedoras de existencias en almacenes, carros de suministro autodirigidos en fábricas y máquinas agrícolas automatizadas, suelen bostezar y cambiar de tema y hablar de golf o fútbol. Y eso es bueno. Espero que la robótica cambie el entorno laboral de forma mundana, pero sumamente útil.
¿Qué harán estos millones de robots? Probablemente facilitarán la vida de las personas con las que trabajen. Ya trabajen en un almacén, en un espacio comercial, en un hospital o en el hogar, los fabricantes están diseñando robots que trabajen junto a los humanos, o por su cuenta, para realizar tareas que, de otro modo, podrían resultar onerosas o simplemente quedar sin hacer. En nuestros actuales mercados en auge, cuando el desempleo está en mínimos históricos y la contratación es cada vez más difícil, espero que los robots realicen trabajos que en muchos casos desafían la contratación.
Esto no quiere decir que vayan a desplazar a los trabajadores, sino que éstos pueden supervisar sus progresos mientras se ocupan de otras tareas que los robots sencillamente no pueden realizar.
Se podría decir que los robots están al llegar, así que ¿cómo podrían adoptarlos las empresas? A principios de este año, ABI Research publicó un informe en el que predice que 50.000 almacenes utilizarán robots en 2025 y menciona que la adopción podría verse impulsada en parte por las opciones de compra de Robotics-as-a-Service (RaaS). Un ejemplo de RaaS es la automatización bajo demanda de Fetch Robotics. Este enfoque permite a los usuarios pagar por el uso de robots de servicio mediante una cuota mensual de "alquiler". Esta opción es diferente de un modelo de software como servicio (SaaS), como la plataforma de gestión de robots basada en la nube de Balyo, en la que una empresa adapta equipos propios preexistentes con capacidades autónomas y luego los utiliza como robots cuando los necesita mediante una licencia de software y una cuota mensuales.
Los dos modelos permiten efectivamente que distintos entornos y usuarios accedan fácilmente a soluciones robóticas. Para las empresas que no disponen de equipos a gran escala, un modelo RaaS puede funcionar de maravilla. Para las que ya utilizan máquinas de gran tamaño, el enfoque SaaS permite a las empresas simplemente añadir capacidades autónomas a las herramientas con las que ya trabajan.
¿Veremos realmente millones de robots en 50.000 almacenes (y mucho más allá) tan pronto como en 2025?
Creo que sí, debido a algunas observaciones básicas que han surgido de mi propia experiencia en el campo sobre lo que hace que los robots sean tan prometedores y cómo los fabricantes de robótica pueden ayudar a que sus productos tengan éxito.
De cara al futuro, quizá el mayor reto al que se enfrentan hoy los fabricantes de robots para conseguirlo sea la necesidad de utilizar múltiples sensores (270 LiDAR, cámaras 3D de tiempo de vuelo, etc.) para lograr una mayor "visión" y mejorar la forma en que pueden operar con seguridad en usos y entornos más complejos. El uso de múltiples sensores aumentará el coste y la complejidad de la fabricación y el empleo de robots. Creo que debemos ver más innovación en los productos con sensores de visión integrados.
Para mí ha sido interesante seguir el inesperado y pragmático camino por el que la robótica se está introduciendo en nuestras vidas. Sueño con que tal vez algún día tengamos R2D2 a nuestro alrededor para animarnos el día. Espero que en algún momento hablemos con Alexa, Siri o R2D2 para que nos den órdenes.