El principio rector de Brain Corp es crear robots móviles autónomos que sean útiles y se integren perfectamente en su entorno. Aunque esto parece bastante sencillo, es más complicado de lo que parece. Alcanzar este objetivo implica muchas hazañas de ingeniería y diseño, entre las que destaca la incorporación de una buena dosis de psicología social, conductual y cognitiva en nuestra experiencia de usuario (UX). Puede obtener más información sobre el enfoque de Brain Corp respecto a la experiencia del usuario en El papel de la experiencia del usuario en la robótica.
A la hora de anticipar cómo interactuarán las personas con un robot, conviene entender primero cómo interactúan entre sí. Piense en dos personas "negociando" el paso en un pasillo: Muestran sus intenciones mediante el contacto visual, el lenguaje corporal y sutiles cambios de dirección. También obedecen las normas culturales, permitiéndose mutuamente mantener su espacio personal (en cantidades variables antes y durante COVID-19).
La gente traslada muchas de estas normas sociales a sus interacciones con los robots. Un buen ejemplo es nuestro remolcador autónomo de entregas, una nueva aplicación robótica para minoristas que automatiza el movimiento de carros pesados desde el almacén trasero hasta las estanterías de las tiendas. El remolcador utiliza sonidos y cambios de movimiento (velocidad y dirección) para informar de sus intenciones desde una distancia socialmente aceptable, mientras negocia para compartir los pasillos con los compradores y los empleados de la tienda, entregando la mercancía en los momentos de mayor afluencia, cuando más se necesita. Aunque su forma -forma, tamaño y aspecto físico- es nueva, arrastra diversos carros de inventario que resultan familiares tanto a los empleados como a los compradores.
Crear experiencias de usuario satisfactorias para esta unidad, tanto a nivel de software como de hardware, significa que los miembros de nuestro equipo de diseño de productos -entre los que me incluyo- observan y hablan con muchas personas dentro del espacio en el que se utilizará el robot. El entorno físico en el que se despliega nuestro remolcador tiene un flujo de trabajo que abarca tanto el almacén trasero como la zona pública de la tienda. Por tanto, el robot autónomo debe ser útil y encajar a la perfección en entornos compartidos con el personal del almacén, los vendedores y el público en general mientras compran.
Estas son algunas de las consideraciones de UX que guían nuestro diseño:
1. Personal de almacén - Estos trabajadores se ganan la vida levantando, moviendo y transportando. Reciben grandes cantidades de inventario de los camiones de reparto y gestionan la distribución de dicho inventario a diversas ubicaciones en toda la zona de almacén y el entorno minorista. Este grupo de usuarios también es directamente responsable del funcionamiento del remolcador impulsado por BrainOS e interactúa regularmente con su software conectado a la nube. También supervisan qué tiene que entregar el remolcador y dónde.
Consideraciones relativas a la experiencia del usuario: A diferencia de nuestros robots fregadores de suelos, que suelen tener un único operario, los remolcadores suelen ser utilizados por tres o más personas en cada turno, que cargan la mercancía y envían al robot a realizar entregas. En algunos casos, cada uno de estos empleados habla un idioma distinto, pero deben compartir una misma interfaz de usuario. La interfaz de usuario del remolcador debe ser lo más sencilla posible para cubrir todas las necesidades. Entre otras cosas, creamos una interfaz de fácil lectura(véase la captura de pantalla) para que los usuarios sepan en todo momento qué está pasando sin tener que leer ningún texto.
Nuestro equipo también creó una caché de iconos simplificados que el usuario final toca para seleccionar la siguiente ubicación a la que debe enviar el remolcador autodirigido. Brain Corp incluso pidió a los usuarios que nos dieran su opinión sobre los iconos durante las pruebas para validar y mejorar nuestro diseño. El resultado final es una interfaz muy fácil de usar con departamentos personalizables (belleza, productos agrícolas, etc.) que elimina las conjeturas a la hora de mover el inventario por la parte delantera de la tienda.
2. El personal de los comercios: estos trabajadores se ven obligados a trabajar en múltiples direcciones, comercializando y reponiendo productos en las estanterías, asegurándose de que sus departamentos están en perfectas condiciones y respondiendo a las preguntas de los compradores. Si a esto le añadimos la aplicación de la normativa COVID-19 sobre distanciamiento social y máscaras, junto con el aumento de las tareas de saneamiento, sus platos están oficialmente llenos.
Tradicionalmente, el personal de los comercios minoristas también se ha encargado de transportar el inventario desde el almacén hasta la tienda, arrastrando carros que pesan más de 150 kilos, y de trasladar las existencias a las estanterías. Cabe mencionar que a muchos empleados no les gusta ir al almacén por diversas razones, siendo la seguridad una de ellas. Lo mejor de nuestra aplicación de remolcador robotizado es que elimina este aspecto agotador del trabajo de inventario y reduce en gran medida el tiempo que los empleados están fuera de sus departamentos. Esto último es especialmente importante durante la pandemia actual: cuando los compradores se aventuran a ir a una tienda física, quieren encontrar lo que necesitan rápidamente, y quieren que los empleados de la tienda estén cerca para ayudar si es necesario. Cuando el personal está demasiado ocupado arrastrando carros de inventario, se reduce su capacidad para ayudar a los compradores, lo que disminuye la experiencia en la tienda.
Consideraciones de UX: Al analizar el funcionamiento de este grupo de usuarios, no queríamos cambiar su flujo de trabajo, sino mejorarlo. Para lograrlo, eliminamos una parte de la entrega de inventario, el transporte de carros, una tarea necesaria pero muy agotadora que no requiere ninguna habilidad y no ofrece ningún beneficio a las personas que la realizan. Además, transportar grandes y pesados carros de inventario puede provocar lesiones en el puesto de trabajo y reclamaciones por accidentes laborales. El remolcador autoconducido mejora la seguridad durante la entrega del inventario y garantiza que los empleados de la tienda puedan permanecer más tiempo en sus departamentos.
Para este grupo de usuarios, la interfaz de usuario de fácil lectura también es clave: A diferencia de nuestras fregadoras de suelos autónomas basadas en rutas que navegan de forma autónoma por los pasillos, los remolcadores de reparto con BrainOS tienen una interfaz de iconos basada en departamentos. Esto ahorra tiempo y confusión al personal que trabaja en entornos comerciales muy dinámicos y exigentes, ya que con solo mirar la pantalla saben hacia dónde se dirige el remolcador.
También hemos incluido un indicador de tiempo en la pantalla(véase la captura de pantalla) para mostrar cuánto tiempo necesita el remolcador para completar una ruta específica, de modo que el personal de la tienda pueda planificar en consecuencia. También hay señales acústicas que emiten un pitido único para alertar al personal cercano de que ha llegado el inventario. Algo así como cuando un cocinero hace sonar una campana para avisar a los camareros de que hay que recoger comida.
3. Compradores (público en general ) - A diferencia de nuestras fregadoras de suelos robotizadas, que suelen utilizarse fuera de horario, el remolcador es necesario para reponer existencias durante el día, cuando las estanterías se agotan. Esto significa que está en funcionamiento durante las horas punta de las compras, cuando la tienda está llena de compradores. Por lo tanto, durante nuestra fase de investigación, los compradores se identificaron como un grupo de usuarios importante que había que comprender y al que había que dar cabida.
Consideraciones relativas a la experiencia del usuario: Para mantener una distancia cómoda entre el remolcador autónomo y los transeúntes (empleados y compradores), diseñamos el flujo de trabajo de modo que el robot sólo navegara por pasillos anchos y principales en los que hubiera espacio suficiente para que pasara la gente. Para evitar bloquear el tráfico en pasillos más estrechos, nuestro remolcador entrega los carros de inventario en "zonas de entrega" designadas en áreas abiertas(véase la captura de pantalla).
Siguiendo las normas sociales, el remolcador robótico es "consciente" del espacio personal, responde a la presencia de personas y muestra su intención mediante sonidos y cambios de movimiento. ¿Qué aspecto tiene? Se integra con naturalidad y confianza, sin ser demasiado cauteloso, y aminora la marcha cuando se acerca a las personas en un espacio social. Y, por supuesto, nuestros robots esperan su turno, deteniéndose y dando educadamente prioridad a las personas cuando no hay espacio para pasar. Los robots compatibles con BrainOS han sido diseñados con rigurosas precauciones de seguridad física a nivel de software, firmware y hardware, como se explica en el blog Pasos clave de seguridad funcional para construir robots móviles autónomos. Además de ser realmente seguros, los compradores deben percibir que el robot se comporta de forma segura, lo que constituye una parte importante de las prioridades de diseño de UX de Brain Corp.
Los humanos somos curiosos, sobre todo cuando observamos un robot autónomo. Por eso el diseño general del remolcador da una idea de lo que hace (lo que llamamos una affordance). Al tirar de un carro de inventario que les resulta familiar, les dice a los transeúntes por qué están compartiendo un espacio con un robot en primer lugar: está manteniendo las estanterías abastecidas para ellos.
Por último, nuestro remolcador tiene una función de seguridad en la pantalla para que nadie pueda redirigirlo sin una contraseña. Esto garantiza que nuestro remolcador autodirigido funcione como es debido para que el personal no se desvíe de su tarea, la mercancía se entregue a tiempo y los compradores puedan disfrutar de estantes totalmente abastecidos.
Como puede ver, un amplio abanico de personas interactúa con nuestro remolcador autónomo de reparto. Identificar a estos grupos de usuarios, comprender sus necesidades y anticiparse a sus preocupaciones es clave para crear máquinas robóticas de éxito. Y en eso consiste la experiencia del usuario.
Si desea profundizar en la experiencia de usuario para la robótica, vea The Role of UX in Robotics and Artificial Intelligence de la Cumbre de Robótica 2019.
Para obtener más información sobre cómo los robots móviles autónomos pueden contribuir a sus objetivos empresariales, póngase en contacto con Brain Corp hoy mismo.