La forma más sencilla de pensar en la Inteligencia Artificial es en el contexto de un ser humano. Forma sistemas que funcionan de manera inteligente e independiente. Puede actuar en entornos complejos, de forma autónoma, y se adapta a ese entorno aprendiendo. Desde SIRI hasta los coches autoconducidos, la IA ha tomado el mundo por asalto y tiene el potencial de trastornar casi todos los sectores que uno pueda imaginar.