Ya ha investigado, ha obtenido la aprobación de sus directivos y ha decidido implantar un programa de limpieza robotizada en su cadena de tiendas, almacén o empresa de limpieza, pero ¿qué es lo siguiente? A medida que la incorporación de robots de limpieza en entornos comerciales se convierte en la nueva norma del sector, las empresas más inteligentes se suben al carro. Pero la decisión de invertir es sólo el primer paso. Para garantizar el éxito de su programa de robótica, tiene que empezar desde arriba, asignando el liderazgo y estableciendo directrices con el objetivo final de un uso eficiente por parte de los operadores de fregadoras de suelos comerciales. Aunque las aplicaciones robóticas, como las fregadoras de suelos con BrainOS® disponibles a través de varios socios OEM, son rápidas y fáciles de poner en marcha, la formación y la asistencia son componentes clave para el éxito. Hemos consultado a nuestros expertos en implantación y gestión de cuentas para definir tres prácticas recomendadas para sacar el máximo partido de una inversión en robótica de limpieza.

1. Definir el liderazgo del programa
Un programa de limpieza robotizada de éxito no empieza en las instalaciones, sino en la empresa. Los miembros del equipo ejecutivo deben comprometerse con el programa y comprender lo que se necesita para que funcione, desde la implantación y la formación hasta el soporte técnico continuo. En última instancia, debe asignar a un equipo o a una persona dentro de la operación centralizada la responsabilidad de dirigir el programa general para garantizar que la implantación y el uso de los robots sean coherentes en todas las ubicaciones. Si deja al personal del centro a su aire en lo que respecta a la formación sobre robots fregadores de suelos móviles autónomos, es posible que directivos ocupados y empleados inseguros pospongan la implantación, haciendo que los robots acumulen polvo y malgasten dinero.

Los responsables del programa asumen las responsabilidades de educar a la dirección del centro, formar a los empleados y asegurarse de que las ubicaciones están preparadas para un rendimiento óptimo de la limpieza. Aunque los proveedores de robótica pueden proporcionar material informativo sobre la tecnología y ayudar con la implantación y la formación, lo más importante es que el apoyo interno configure el programa en función de las necesidades específicas de la empresa.

Dentro de los centros, debe establecer una estructura similar en términos de liderazgo. Tanto si designa a un experto en robots, a un supervisor de limpieza o a un gerente para que asuma este papel, es fundamental que este líder conozca los entresijos de los sistemas operativos, las funciones y las necesidades de sus fregadoras de suelos. Esta persona puede servir de apoyo para las preguntas inmediatas de los empleados, así como de enlace entre el centro y la oficina corporativa para cuestiones técnicas más detalladas.

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Una vez establecidas estas funciones de liderazgo, los responsables deben establecer las expectativas de los empleados que manejarán los robots autónomos. Mediante la creación de una guía de configuración con una lista de comprobación, las ubicaciones pueden seguir con confianza cada paso para maximizar el rendimiento de la limpieza robótica. Además, es importante aclarar quién debe manejar las fregadoras de suelos robotizadas y con qué frecuencia. Aunque se espera que los empleados hagan su trabajo, al fin y al cabo es la dirección quien debe asegurarse de que se utilizan los robots móviles autónomos.

La rendición de cuentas también es clave. Dado que los sistemas operativos de robots como BrainOS proporcionan métricas y datos de uso en tiempo real, es fácil ver si los empleados están utilizando robots móviles autónomos con la frecuencia que deberían. Cuando los empleados no están cumpliendo con sus tareas de limpieza, el responsable asignado dentro de un centro debe averiguar a qué se debe. A menudo, los problemas son tan sencillos de solucionar como un rápido repaso de la formación, pero si no se responsabiliza a nadie, estos problemas pueden pasar desapercibidos, reduciendo el retorno de la inversión. Parte de ofrecer un sistema de apoyo sólido consiste en explicar exactamente quién es responsable de cada tarea y responsabilizar a los empleados de sus acciones.

3. Seguimiento del rendimiento para optimizar el uso de robots
La tercera práctica recomendada que debe tenerse en cuenta a la hora de implantar con éxito un programa de limpieza robotizada es maximizar el uso autónomo. A través de la plataforma de software conectada a la nube BrainOS, los operadores de robots y sus supervisores pueden acceder a métricas de rendimiento detalladas mediante un portal basado en la nube y/o informes periódicos por correo electrónico. Estas métricas incluyen la cobertura de limpieza, las rutas recorridas, el porcentaje de uso autónomo frente al manual, mapas de calor visuales y mucho más. Con estos datos, todo queda explícitamente documentado, por lo que los fallos operativos son más fáciles de rastrear y, en última instancia, de solucionar. Al hacer un seguimiento del uso, puede observar qué horas del día le permiten utilizar robots móviles autónomos en momentos óptimos para maximizar la eficiencia.

Al hacer un seguimiento de los datos de rendimiento para optimizar el uso y obtener la máxima eficacia, también ayudará a conseguir un retorno de la inversión más rápido y a aprovechar al máximo la productividad de los empleados. Además, puede utilizar los datos de rendimiento de limpieza de los centros que ya han implantado programas de robótica para ayudar a la instalación en nuevas ubicaciones, por ejemplo, comprobando qué diseños permiten una navegación más sencilla. Esto agiliza el proceso de implantación y ahorra aún más dinero en el futuro.

Estas tres buenas prácticas son fundamentales para implantar con éxito un programa de robótica de limpieza. Comenzando a nivel corporativo y asegurándose de que la dirección está preparada para establecer expectativas y mantener la responsabilidad, puede asegurarse de que saca el máximo partido a su inversión en fregadoras de suelos robotizadas.