La tecnología de IA ya es habitual en la sociedad moderna, en todas partes, desde Siri y Alexa a los chatbots, y más allá: incluso el filtro de spam de tu correo electrónico utiliza tecnología de inteligencia artificial. El hecho de que no te des cuenta es el resultado de algo llamado efecto IA, que explica que una vez que nos acostumbramos a cierta tecnología empezamos a pensar en ella simplemente como programación informática normal, no como inteligencia artificial.