Las perspectivas de crecimiento del sector de los robots móviles autónomos (AMR) ya estaban en marcha antes de que comenzara la pandemia de COVID-19. Ahora está a punto de explotar. Ahora está a punto de explotar, y las empresas que inviertan en robótica se verán recompensadas con operaciones más sólidas y una mayor productividad.
Esta predicción es una de las principales conclusiones de un nuevo informe de ABI Research titulado "The Business Value of Autonomous Mobile Robots in the Wake of COVID-19". El informe de 15 páginas, una colaboración con Brain Corp, explora el potencial de crecimiento y el valor de los RR.
"Aquellos usuarios finales que empiecen a desplegar AMR ahora se verán recompensados con una operación más robusta en la que se puede confiar para operar en un mundo en el que las pandemias y otras externalidades importantes son cada vez más frecuentes", escribe el autor Rian Whitton, analista principal de ABI Research, empresa líder en análisis tecnológico que cubre la industria robótica mundial.
"Los que tarden en incorporar esta prometedora tecnología no solo verán mermada su productividad, sino que se perderán los dividendos que pagan las plataformas robóticas, que serán un generador clave de análisis de datos y perspectivas de IoT en los próximos 5 a 10 años."
Whitton afirma que la aparición del coronavirus ha puesto patas arriba la economía mundial, causando importantes trastornos en las operaciones de los trabajadores y paralizando las cadenas de suministro, especialmente en el comercio minorista. "De ahí la necesidad de que los AMR de cara al público complementen la mano de obra humana y lleven a cabo tareas aburridas, sucias y peligrosas", afirma. Según el informe, las aplicaciones robóticas de limpieza y mantenimiento, gestión de inventarios y recopilación de datos, manipulación de materiales y entrega en tienda son las áreas de mayor crecimiento.
Otras conclusiones importantes son:
"Para los usuarios finales, el modelo OEM significa una solución más rentable, con mayor flexibilidad y un plazo de comercialización más corto. Por eso no es de extrañar que usuarios finales como Walmart y otros hayan desplegado miles de fregadoras autónomas con conductor a bordo", afirma Whitton.
A la hora de elegir un socio robótico, Whitton afirma que los usuarios finales deben centrarse en el pedigrí y la experiencia, es decir, en empresas tecnológicas que hayan desplegado miles de robots, no cientos. La mayor escala proporciona más acceso a casos extremos, que se utilizan para perfeccionar el software y mejorar las experiencias de los usuarios.
Para obtener más información, incluidas las recomendaciones exclusivas de Whitton para implantar una estrategia de 24 meses de despliegue de soluciones robóticas, descargue el informe completo.